La semana que queda hicimos un poco de todo en Zanzibar – lo resumimos en un post porque hubo días de submarinismo y snorkle en los que no hay muchas fotos (tenemos que comprar una cámara subacuática!)
El último día en Nunwi hicimos snorkle y submarinismo cerca de Mnemba, una isla propiedad de Bill Gates. Los niños, con Remei y Joan Carles hicieron snorkle y Sandra y Sebas se metieron bajo el agua después de mucho tiempo echándolo de menos. La verdad es que para haber pasado tantos años desde la última vez, nos salió muy bien (éramos los que mejor lo hacíamos del grupo)
El color del agua era espectacular y vimos bastante vida marina, aunque nada muy grande. Los pulpos fueron lo más llamativo, el resto es casi lo mismo que se ve haciendo snorkle.





Paje
El 4 de enero cambiamos de playa y nos fuimos a Paje, una parte de la isla menos masificada (aunque aun muy turística) donde se reúnen surferos y amantes del kite (el viento es muy fuerte y las mareas cambian mucho, dejando áreas enormes de poca profundidad)
Los días 5 y 6 los dedicamos a snorkle y submarinismo, por lo que no hay muchas fotos que mostrar. Las inmersiones fueron buenas, los corales son muy grandes y están bien conservados – los niños también los disfrutaron. En una de las inmersiones vimos 3 tiburones – y en general valió la pena.
Los días en Paje fueron muy relajados y lo único que nos amargó fue saber que se acababan. La playa, los cócteles, las inmersiones…fue exactamente lo que uno espera de Zanzibar.








Stone Town
Ultimísimos días ya – los pasamos en Stone Town. Como no nos quedaba mucho ya que hacer en la ciudad más que comprar baratijas (y vaya si compramos!), hicimos un par de excursiones – en realidad una sola de camino hacia Stone Town.
La primera parada era un parque nacional (Jozani Chwaka Bay) donde se supone que vas a ver monos rojos – pero fué un timo. Pagamos las entradas y al guía para acabar viendo a los monos junto a la misma carretera por la que transitábamos – en 20 minutos estaban todas las fotos hechas. A Sandra le meó un mono encima (desde el árbol) – según los locales da buena suerte (como cuando las ratas le pasaban sobre los pies desnudos en India – a este paso fijo que nos toca la lotería)







De los monos fuimos a unas cuevas con aguas cristalinas (Jambiani) – difícil de encontrar y acceder, pero muy bonitas. Había una especie de bichitos que picaban en el agua, pero nada grave – nos bañamos a gusto.




Por fin llegamos a Stone Town, donde pasamos los últimos días comiendo muy bien, comprando chorradas y escapando del calor en buenas cafeterías.


















Se nos acabó Tanzania. Y qué pensamos de la experiencia? Pues que como todas, nos llevará meses darnos cuenta de lo extraordinario del viaje – cuando dentro de 6 meses estemos trabajando metidos en la rutina y recordemos todo lo que hemos vivido nos daremos cuenta de lo magnífico que fue el viaje. No le ha faltado de nada – fauna, aventuras, relax, cultura…solo nos ha fallado un poco la comida y los precios (hemos gastado una barbaridad), pero es un país muy recomendable para empezar a conocer África.