Camino a Sesriem

Nos despertamos temprano, recogimos todo y salimos a comprar algo de ropa de abrigo para los niños. A pesar de que las previsiones que miramos nos advertian de bajas temperaturas, por algun motivo nuestro cerebro pensó en Namibia = desierto = calor, y nos trajimos más ropa de verano que de invierno…error.

Compramos un poco ropa de dudoso gusto estético y pasamos otra vez delante de las mujeres de la tribu Himba (pechos al aire, peinados con barro) y compramos baratijas a precios altos (no regateamos, parece injusto aqui).

Salir de la ciudad fue muy estresante – conducir por la izquierda en una ciudad desconocida, donde los semáforos parecen seguir otras reglas (situados extrañanmente, parpadeando en rojo) y con un tanque….solo faltaban las marchas manuales (de lado opuesto) para hacerlo mejor.

Lo mejor fue que nuestro 4×4 tiene un GPS y la agencia de alquiler nos iba siguiendo…literalemente. Cuando llegamos a una carretera en obras, nuestro Google Maps no sabía sacarnos de allí. Entonces aparecieron ellos, los de la agencia de alquiler en su coche y nos guiaron a la salida. Vieron que estábamos perdidos y vinieron al rescate, eso es un buen servicio! (y un poco de Gran Hermano también)

El camino fue muy largo…al principio asfalto, pero la mayor parte gravilla. Mucho polvo y ese traqueteo que te da calambre en las manos. Nos paramos a comer en un restaurante muy agradable donde aprendimos 2 cosas – fuera de Windhoek la gente es muy amable y curiosa sobre los turistas, y las raciones de comida son muy generosas y calóricas. El lema parece ser «todas las calorías que podamos darte por tu dinero».

Seguimos ruta, un total de unas 5 horas en coche (incluyendo la parada). En el camino vimos manadas de monos, una ardilla, un suricata (en plena ciudad) y una especie de pavos pequeños, pero no pudimos sacar fotos de nada.

Llegamos a Sesriem sobre las 17:00. El tiempo justo para montar las tiendas, cenar e ir a dormir. Justo antes de que anocheciera, con la luz del atardecer, los niños tuvieron su primer contacto cercano con la fauna local – 3 o 4 Orynx (antílopes) que pertenecen al campamento corren libres por los terrenos cercanos a las tiendas.

Por la noche vimos que servian carne de antilope en el menu – algo que a los niños no les hizo ninguna gracia…tuvimos un interesante debate sobre por qué las vacas no dan tanta pena.

Por la noche las temperaturas fueron polares…recogerlo todo por la mañana nos tomó 90 minutos – tenemos que merjorar ese tiempo!

3 comentarios sobre “Camino a Sesriem

  • Dora Cabrera 20 agosto, 2021 at 12:27 Reply

    Hola familia ya en carretera, que paisajes! qué dicen Hugo y Amalia? vaya servicio de alquiler, mejor que en Europa! Ya los veo más normalizados. Muy interesante lo que cuentan. Tenemos ansia de más conocimientos jeje. Un abrazo de oso desde la distancia. Nati acaba de mandar un video con Mía gateando a toda pastilla por tu casa y siguiendo el Roomba a los gritos. Achuchones a mis queridos nietos

    • Fani y Jordi 21 agosto, 2021 at 10:51 Reply

      Jajajajaja. Nos partimos. Jordi y yo tardaríamos 3h en recoger el campamento y ya nos habríamos perdido antes de salir del aeropuerto. Besos. Tapados bien x la noche.

    • Martin 21 agosto, 2021 at 19:25 Reply

      Carne de Antilope, hsy que probarla.!!!!!

      Con un buen crianza.

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