Nos despedimos de Goris y de Ara con muy buen sabor de boca. Dos días increibles con experiencias muy distintas pero memorables – otra paliza en coche desde Goris a Yerevan, con 2 paradas.
La primera parada en un lugar conocido: Noravank – nos habíamos dejado la cueva donde se han hallado dos cosas importantes: el zapato más antiguo (5500 años) y la primera bodega (6000 años). Ahora SI que podemos decir que hemos visto la cuna del vino (lo siento Georgia, tampoco te llevas ese título)
Después de comer y reponer energías continuamos camino hasta Khor Virap – otro monasterio patriomonio de la Humanidad por la UNESCO. El monasterio en si no es gran cosa, pero la estampa con el monte Ararat de fondo es icónica. Que la montaña sagrada de este país pertenezca a Turquía porque Stallin aquella noche estuviese generoso es surrealista y muy triste.
Cansadisimos llegamos a Yerevan. Nuestro apartamento tenía una entrada horrible y un ascensor que te hacía rezar aunque no fueras creyente. Dimos unas vueltas por el parque de la ópera donde los niños alquilaron unas bicis y cenamos bien – descubrimos que los vinos Armenios son MUY superiores a los Georgianos (a pesar de su fama).