- Parque nacional Durmitor
- Camino a Kotor
- Boka Kotorska
- Lago Skadar
- Parque nacional Biogradaska
Amanece lloviendo y aunque en este apartamento se puede estar sin problemas porque es muy bonito y acogedor, Sandra como siempre, nos hace movernos, comprar comida para hacer picnic (recordemos que estaba lloviendo) y allá que vamos al Parque nacional Biogradaska.
Para llegar recorremos aproximadamente 18 km, pero todos ellos asfaltados, cosa de agradecer. En el Parque nacional hay muchas rutas de interés, pero el gran punto es el lago Biograd, que da nombre al parque. Al llegar al lago había dejado de llover pero el tiempo estaba fresquito. La gran actividad es darle la vuelta al lago entre los bosques y los numerosos puntos de descanso. También se puede alquilar una barca para recorrerlo, pero el tiempo no acompaña. La distancia a recorrer son 3.3 Km y según leímos la gente lo completa en una hora. Nosotros tardaremos más. Los niños se paran, nos entretenemos leyendo carteles, encontrando los caracoles más grandes que hemos visto, miramos la vegetación exuberante y los árboles gigantes de aproximadamente 350 años de antigüedad.
La experiencia es muy gratificante, la tranquilidad de la naturaleza, aniquilada en ocasiones por las voces de nuestros hijos, pero en grandes términos, estuvieron muy tranquilos para lo que acostumbran y disfrutamos de un bonito paseo.
Al acabar hicimos picnic, sí lo hicimos, en unas mesas de maderas habilitadas para ello en la entrada del parque, y nos recogimos en nuestro apartamento, Llueve de nuevo, pero no nos importa, apetece tarde de palomitas y pelis.