Salimos de Durmitor con ganas de calor y manga corta. Pasando por la ciudad de Niksic camino a Kotor vimos un lago desde una perspectiva elevada y nos gustó, así que decidimos parar en un puestecillo a tomar un café turco y unos zumos, Resulta que el lago se denomina Slansko, y aunque se trata de un lago artificial, no dejó de parecernos bonito
El camino de llegada a la bahía Kotor era zizagueante pero obsequiaba con panorámicas excepcionales desde la cumbre. Como el gran fiordo del sur aparecía el mar Adriático salpicando los pequeños pueblecitos de la costa, sin apenas espacio para desarrollarse, como apoyados en la montaña. No nos dejemos engañar por las apariencias, parecen pueblecitos pesqueros pero de hecho los precios más altos de Montenegro están aquí.
Pasamos por la carretera estrecha que los atarviesa, inspeccionando aquellos que más tarde iríamos a visitor, pasamos por Risan, Perast y ya en Kotor, la caravana se hizo tediosa, y parece ser la costumbre. Nosotros estamos alojados a 5 Km de Kotor, en la tranquila Prcanj, ellos lo pronuncian Prachan. Cuando llegamos caía tormenta, pero después de comer nos animamos a dar un paseo por los alrededores.
Con la amfitriona del apartamento (Apartamentos Saxo) organizamos un tour en barco que nos llevaría por los sitios más interesantes a nuestro antojo.