Las mejores cuevas de Bulgaria: Uhlovitza

Nos adentramos en el sur de país, antes de eso nos paramos a ver el Monasterio Bachcovo. La calle de ascenso al Monasterio estaba llena de chiringuitos de comida y tiendas de souvernirs. Es el segundo monasterio ortodoxo en importancia después del de Rila, al que visitaremos en unos días.

El patio interior es bonito y da mucha tranquilidad, a destacar dentro del recinto la iglesia Sveta Bogoroditsa, en ella la mayor atracción es el iconostasio dorado (sería como un retablo) y la larga cola que se forma para besar una imagen de la virgin. Atrapamos alguna foto con un cura ortodoxo. Como siempre siguen destacando los bonitos y llamativos frescos de colores.

Contiguo a este patio a otro  más pequeño donde está la inglesia  Sveta Nikola, más pequeña y a la que no se puede entrar, pero se puede ver un bonito fresco del Día del Juicio Final… todo alegrías.

Acabamos la visita con el refectorio (entrada de pago) donde hay una enorme mesa de mármol. Aquí no se podia hacer fotos.

Paramos a comer en un pueblecito pequeño en una taberna típica. La rapidez de los búlgaros en servir las mesas deja que desear, teníamos tiempo muy justo hasta la siguiente parada  antes de llegar a Devin y ya en plena naturaleza, era la Cueva Uhlovitza.

Sabíamos que el ultimo grupo entra a las 16:00 en la Cueva y ya no habría más, así que empezamos a achuchar a la camarera pero alguno se quedó sin plato (Martín). Salimos a toda leche y llegamos al parking de acceso a la Cueva. Se me da por preguntar a una señora de un puestecito y me dice que estamos en camino correcto y que son 25 minutos para llegar a la Cueva.

Eran las 15.35  horas, teníamos 25 minutos para llegar… pero con niños es todo más lento. Y empieza la fiesta, el camino es un ascenso vertiginoso con una pendiente a la que no estamos acostumbrados ni nuestros hijos de piernas más cortas. Se convierte en un suplicio, Grau, Hugo y Joan Carles van primero, a tope, Remei entra en taquicardia, Sandra sube como puede, Martín y Ana van tirando de Daniela y Héctor que se amotinan, y Sebas arrastra a Amalia. Un espectáculo. Al final de la cuesta hay escaleras??? Podrían ser más empinadas? Pero quién es el …. Que ha pensado esto?. En este momento baja Grau y nos dice que subamos ya que el grupo no nos espera…. Y nos dejamos el útimo aliento en la subida. Al llegar a la Cueva descurbrimos que sí nos esperarían… sin comentarios.

Para que os hagais una idea de lo que subimos en esos 20 minutos…mirad la foto…lo que se ve abajo son nuestros coches.

Y aqui los campeones

Todos decían a Sandra que más valía que la Cueva mereciese la pena por haberlos arrastrado allí, y sí, lo valía, y mucho.

Una vez dentro de la Cueva y acalorados por la subido nos olvidamos del frío que hacía dentro y de nuestros piececitos desnudos con sandalias. La belleza del lugar era impresionante, incluso se escuchó algún “uualaaa”. Impresionate, un coral subterráneo, otras formaciones parecían árboles, unos enormes otros milimétricos, en conjunto parecía que estuvieses debajo del mar. Repetimos, precioso.

Salimos todos encantados, contentos, animados, con ganas de más.