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La misión del día era ver Arbanasi, es un pueblo pequeño a 4 km de Veliko, y es reconocido por ser una reserva arquitectónica, o a modo de resumen un conglomerado de casas históricas e iglesias.
La verdad es que no teníamos muchas ganas de visitar muchos templos religiosos y mucho menos las casas museo. Como no llevábamos mapa y no nos habíamos informado mucho, caminamos perdiéndonos entre callejuelas empedradas y casas de madera.
Aquí ya se ven más turistas y hay hotelitos por todos lados. Como íbamos diciendo,sin ganas de visitar muchas cosas apostamos por la más importante, la Iglesia de la Natividad, de los siglos XVI y XVII, la más antigua de la localidad. Se considera la obra religiosa pictórica más importante de Bulgaria, coas que entendimos al entrar. Desgraciadamente no se pueden hacer fotos, y nos las hicimos, no como otros que no respetan las normas que por algo están.
El interior es rico en colores, no hay un solo cm de pared que no esté pintado, llama la atención también inscripciones en griego. Qué pena que no os podamos enseñar (fotos prohibidas) la belleza del interior, vamos a pispar algunas fotos en internet para que lo podáis apreciar.
Al irnos, entraba un grupo enorme de españoles con guía.
Y esa fue la actividad frenética del día, decidimos comer en un restaurante de Arbanasi, con un jardín enorme, tumbonas, columpios y una tranquilidad interrumpida tan sólo por nuestras fieras..
Volvimos al hotel y nos espachurramos en las tumbonas de la piscina por el resto de la tarde.