Días de Sudor en Huangshan

Esta entrada pertenece a la serie China
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El tren desde Wuyishan hasta Huangshan fue corto y sin incidentes. Llegamos a Huangshan a las 10:00 y tomamos un taxi a nuestro hotel. El taxista escupió más de 5 veces en menos de 20 minutos, con banda sonora incluida. Hay cosas que no cambian (aunque mejoran…los jóvenes no lo hacen)

El hotel está en plena «Old Street» en Tunxi – en todo el meollo turístico. Cuando los chinos llaman a algo «Old» es como los europeos – se espera que sean por lo menos 300 o 400 años. Algunas de las casas de esta calle tienen mil años (aunque por aquello del barco de Teseo y que las casas son de madera, lo que puede quedar de esas fechas es un clavo o dos).

La calle tiene su encanto , sobretodo por la mañana temprano, cuando los comercios de sovenires, cafeterías y salas de té aún no han abierto y la han convertido en un parque temático del turismo de baratijas. Cuando todos los comercios cierran sus puertas lo hacen con tablones de madera antiguos, y la calle recupera su verdadera belleza. Ping Yao estaba (en 2008) mucho mejor cuidada en este sentido, pero no nos quejamos, el paseo es bonito y los niños agradecen las baratijas y las luces.

El Hotel es muy pintoresco. Se trata de una casa antigua, completamente construida en madera y con detalles varios que te hacen sentir como en una antigüedad. Tras algunos problemas con el aire acondicionado, estuvimos muy bien.

El primer día paseamos por la Old Street, cenamos  y dormimos pronto para madrugar al dia siguiente.

Nos despertamos relativamente temprano y a las 08:30 estábamos de camino al parque de Huangshan (otro patrimonio de la Humanidad). La buena noticia es que hay un funicular que te hace la mitad del camino (te deja a 1.600 metros). La mala es que la otra mitad la tienes que hacer tú. Si! Escaleras again!

Lo único bueno es que no teníamos los 40 y pico grados de Wuyi (sí, abuelas, los 1.000 escalones los subieron los niños a 40 grados y al sol – matadnos). En lo alto de la montaña estaríamos a unos agradables 35 grados a la sombra. Una gloria en estos días (sin sarcasmo)

Otra vez los enanos se portaron como campeones y subieron escaleras y escaleras sin quejarse. De vez en cuando les dábamos las tablets para que jugaran un rato y listo. La verdad es que vimos bastante. Cada vez que llegábamos a un mirador, un cartel nos prometía el siguiente a tan «solo» 500 metros (de escaleras). Y así, casi sin darnos cuenta, hicimos kilometros de escaleras.

Si las fotos suenan familiares es porque:

  1. Es el típico paisaje que aparece en muchisimos grabados y pinturas chinas
  2. Se han rodado películas famosas aqui (o se han inspirado en este paisaje). Avatar, Tigre y Dragón entre ellas.

A los enanos, por supuesto, lo que más les gustó fue el funicular («el tren que vuela»).

La visita vale la pena. De hecho, vale la pena parar en Huangshan únicamente por esto (y quizás justifique incluso un tercio de la visita a china), aunque las entradas y el transporte es carísimo (robo casi)

 

2 comentarios sobre “Días de Sudor en Huangshan

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