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Hoy no teníamos planes y todo lo que valía la pena ver (y se podía ver con niños) ya lo habíamos hecho, así que decidimos darle una oportunidad al Castillo de Agua…del que solo vimos las túneles de ventilación y unas escaleras centrales muy interesantes (y bastante icónicas del lugar).
De ahí nos fuimos a comer, y después de una pelea bastante fuerte con Hugo (siempre por la comida), nos fuimos a reconciliar al centro comercial de Malioboro, donde Sebas probó el café más asqueroso de su vida: una mezcla de café y pasta de aguacate (que sabía exactamente a la mierda que tienes cuando mezclas esas dos cosas: la verdad es que no sé que esperábamos).
Sebas se cortó el pelo y Hugo se compró 2 camisetas (de Big Hero 6 y una horrible de Hulk e Ironman).
De ahí empezamos a recorrer otra vez la calle Malioboro en busca de algún pañuelo “Batik” para Sandra. Batik es el nombre de una técnica tradicional utilizada para teñir y pintar la tela, que consiste en el uso de cera caliente y un trabajo manual bastante intenso.
Después de un par de horas de dar vueltas, acabamos en una tienda pija.
Como de costumbre…Sandra empezó mirando pañuelos de algodón de 200.000 IDR (unos 15 €), para pasar luego a los de seda algodón (ya por unos 60 €) y comprando finalmente el pañuelo más caro del lugar – 90 € de de pura seda con un diseño original Batik del que no hay otra copia igual (como diría mi madre…menudos abrojos se pegan a estos trapos)