Por un puñado de dólares (Australianos)

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Hace  unos 3 años, cuando la crisis económica estaba en sus momentos más crudos e incluso se hablaba de que España podría estar como está Grecia hoy (intervención, recortes aún más brutales, etc), nosotros acabábamos de tener a nuestro primer retoño.

Y sabéis qué cambia cuando tienes hijos además del significado de la expresión “una noche en vela intercambiando fluidos corporales”? Las preocupaciones por el futuro.

Nosotros analizamos nuestras opciones y el futuro en España. Por un lado la educación para nuestros hijos es cada vez más precaria (recortes) y por otro lado nuestras pensiones amenazan con desintegrarse bajo el peso de la pirámide demográfica…haciéndonos una carga para nuestros hijos.

Por eso pensamos en emigrar a Australia – Sandra podría ganar carretillas de dinero y Sebas tampoco cobraría mal. Nuestros hijos tendrían buenas universidades y oportunidades en un país menos afectado por corrupción, capitalismo de amiguetes y demás enfermedades sistémicas de nuestro terruño. El único problema eran los papeles.

Alguien que emigra con una mano delante y otra detrás, procura entrar como pueda en el país e ir consiguiendo papeles sobre la marcha…pero nosotros estábamos muy lejos de eso. Nosotros vivimos bien, con buenos sueldos e incluso alguna capacidad de ahorro. Así que nos propusimos hacerlo por el camino más largo: pedir una visa de trabajo permanente (de por vida) que nos permitiese a los dos trabajar en cualquier lugar de Australia.

El proceso nos ha costado unos 5.000 € sin contar el viaje y el tiempo invertido por Sebas. Normalmente habría costado 2.500 € para que un agente de inmigración llevara el caso…pero preferimos ser autodidactas. Ah…y 3 largos años de cursos de inglés, exámenes, revisiones médicas, cartas de recomendación, convalidación de títulos y traducción jurada de documentos.

Y un día, sin previo aviso, te mandan un mail que dice: “Felicidades, le hemos concedido la visa. Ahora tiene 2 meses para pasarse por Australia a sellar su pasaporte, o la revocaremos”.

Así empezaron estas vacaciones – ya que tenemos que ir a Australia (que es demasiado caro para pasarnos unas semanas de vacaciones los cuatro), porqué no hacemos las vacaciones en Indonesia? (lo de Singapur es simplemente que somos unos agonías)

Contamos todos esto para dar contexto a la BURRADA que hicimos estos dos días, arrastrando a toda la familia desde Yogyakarta hasta Denpasar (Bali), y de allí hasta Darwin (Australia) en el mismo día…para volver a indonesia al día siguiente.

El día que teníamos que salir hacia el aeropuerto, no tuvimos que usar la alarma: a las 05:30 los petardos sonaron como de costumbre.

Estamos en Ramadán y por lo visto aquí lo celebran tirando petardos a diferentes horas de la MADRUGADA (entre las 02:00 y las 05:30). Claro que los petardos asustan a los perros y animan a los gallos a cantar…y todo eso se adereza con carritos musicales y otras delicias. Estas noches han sido horribles en cuanto al sueño.

Pues con ese buen comienzo empezó nuestro día… Vamos a resumirlo para no aburrir con detalles

  • Apartamento al Aeropuerto – 1 hora en coche
  • Espera en Aeropuerto – 2 horas
  • Vuelo hasta Denpasar (Bali) – 1 hora
  • Espera en Aeropuerto – 7 horas
  • Vuelo hasta Darwin – 3 horas
  • Taxi hasta el hotel – 1 hora

 

Nos fuimos a dormir a las 01:00 hora local…y nos despertamos a las 09:30.

Pero antes de irnos a la cama, nos sacamos esta foto, que representa el final de ese proceso que ha durado más de tres años. Ya tenemos permiso para vivir y trabajar legalmente en Australia! Es el segundo gran objetivo que cumplimos este año (después de comprarnos un piso en Barcelona) – estamos que lo petamos!

Entre una cosa y la otra, cuando acabamos de “desayunar” era las 11:30 – cualquier opción que implicase desplazamientos estaba descartada. Tuvimos que renunciar a buscar canguros y koalas para Hugo, así que decidimos mostrarle la otra cosa típica de Australia: Las Olas y el Surf!

El problema es que en las playas de Darwin hay por lo menos 5 animales letales – el baño está prohibido y cuando sabes lo que hay bajo el agua se te quitan las ganas (así es Australia, llena de bichos que quieren matarte). Sin embargo los Australianos son gente industriosa y han construido piscinas y playas artificiales en lo que ellos llaman el “Waterfront” – la zona pija y céntrica de Darwin (algo así como el Maremagnum de Barcelona)

Nos pasamos la tarde en la piscina de olas artificiales, que ha sido uno de los grandes momentos para Hugo (que hasta ahora lo sitúa en su top 5 de mejores cosas de estas vacaciones). De hecho, aunque fuese pegado a la tabla, Hugo ha hecho Surf en Australia.

Lo que vino después no fue tan divertido. Tuvimos que irnos de la piscina porque el sol nos estaba quemando vivos y Hugo estaba agotado y helado (aunque pidiendo más), y el resto del día estuvimos paseando, viendo tiendas y matando el rato en restaurants y cafés. Vimos el centro de la ciudad, pero poco más. Las distancias son enormes.

Nos pasamos así más de 5 horas, hasta que por fin cogimos el Taxi al aeropuerto. Nuestro avión salió a las 00:05…y llegamos a Bali a la 01:00.

Entre bajar del avión, recoger maletas, ir al lavabo y que al llegar a Ubud el conductor no encontraba las llaves del apartamento, nos fuimos a dormir a las 04:00 de la mañana…

Y aquí acaba la odisea. 3 vuelos en 3 días – dos países y una media de 18 horas de actividad cada día.

Ahora es cuando por fin empezamos a relajarnos en estas vacaciones.

2 comentarios sobre “Por un puñado de dólares (Australianos)

  • dora 5 julio, 2015 at 20:11 Reply

    No sé si son las fotos pero a Hugo lo veo más largo. Ha estirado? La bandida como se porta en el viaje?
    Un beso fuerte para todos
    Los echamos de menos

    • admin 6 julio, 2015 at 05:11 Reply

      El enano no sé si ha estirado, pero come tan poco como siempre…a lo mejor lo ves más delgado. Ella en su linea, destruyendo y liándola 24×7, pero lo pasan bien. Están desatados.

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