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El hostal en el que dormimos (Hvoll) era una granja reconvertida y se notaba. El paisaje que lo rodeaba era lo que encontraríamos al lado de la definición de bucólico, así que nos dimos un festival de fotos con el enano.
Dejamos nuestro hogareño y limpio hostal, que pronto echaríamos de menos y nos dirigimos rumbo Hofn.
La primera parada del camino fue un pequeño templo vikingo, reconvertido en iglesia. Nos dio ganas de gritar “Thooooor”, pero estaba cerrada, y desde fuera hace menos gracia. La foto es la típica de todas las postales.
La segunda parada en el camino fue para encontramos con Jokulsarlon, un lago que solo existe desde hace 75 años y en el que se puede ver icebergs que se dirigen camino de la playa. Sí, camino de la playa.
El glaciar va derritiéndose y dejando pedacitos de hielo que vagan por el lago, pasan un puente y desembocan en la playa, espectacular. Vimos ya icebergs en Argentina, camino del glaciar Upsala. Este lago es chiquito y con una mirada lo abarcas todo. Pero es igual de bonito.
Contratamos un coche-barca e hicimos un pequeño recorrido por el lago. Hugo se puso cabezón, tenía sueño y armó una buena dentro del barco, con un chaleco muy pequeño que le apretaba las mejillas. Sandra se las ingenió para darle la teta y se quedó frito.
La guía del barco nos explicó algunas cosas. Entre otras, nos dijo que el deshielo del glaciar no se debe al cambio climático, sino que el lago está en contacto con el mar, por lo que su contenido es mitad dulce mitad salado, y la sal derrite más deprisa el hielo.
Tuvimos la gran suerte de ver romperse un iceberg con su sonido característico, y de colofón a parte de ver una foca, nos comimos un pedazo de hielo de 300 años, sin duda, lo más viejo que nos hemos comido nunca.
El título habla de James Bond y es por algo, en este lago se han rodado escenas de algunas películas. Una de ellas es “Muere otro día” de James Bond, en que helaron artificialmente (efectos especiales) el lago para hacer la mítica escena de los 6 Aston Martin. Otra escena es la de Lara Croft, simulando ser Rusia, “Batman Begins” con la escena del aprendizaje de la espada. Seguro que hay unas cuantas escenas más.
Comimos unas sopas calientes de pescado, unos sandwiches y unos cafés. Emprendimos de nuevo el camino, y poco después llegamos a Hofn.
Hofn es un pueblo pesquero de unos 1700 habitantes, que es la leche en un país de 300000 o algo más.
Aprovechamos para hacer una buena compra que nos permitiese preparar papilla casera a nuestros enanos. La verdad, que se está convirtiendo en lo más difícil, poder hacer papillas y que se las coman, a veces de la excitación se ponen nerviosos y cuesta que coman como en casa. Hugo no para de pedir teta, teta en el hostal, teta en el coche, teta en las excursiones….
Después de una ducha, cenamos un buen salmón con ensalada y puré de patata.
Están siendo días completos, en los que acabamos agotados, pero no paramos de ver cosas increíbles. De momento el tiempo nos va acompañando casi siempre. No vamos a negarlo, hace frío, pero que carajo, estamos en Islandia.