Pirámides de Giza, Sakkara y Darshur

Esta entrada pertenece a la serie Egipto
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Este es el día que todo el mundo espera cuando vienes a Egipto. Es lo que todo el mundo te pregunta cuando vuelves de Egipto, y es el motivo por el que mucha gente viene a Egipto. Las pirámides.

No vamos a dar rodeos, lo haremos esquemático:

  • Entramos con nuestros carnets falsos de estudiantes (a Sebas, con la Barba, se lo pidieron para confirmarlo varias veces)
  • Nos pateamos el recorrido enterito. Por lo general (el 99% de los visitantes) van de una pirámide a la otra en autobus, taxi o camello. Nosotros teníamos un taxi a nuestra disposición (por 38 € lo tienes para todo el día), pero preferimos patearnos la arena del desierto para ver todos sus ángulos.
  • Nos llovió en el desierto. Lo repetiremos. NOS LLOVIÓ en el PUTO DESIERTO.
  • Las pirámides están en Giza…al igual que el KFC, el Pizzahut y miles de edificios. Esa imagen que la gente tiene de un turista solitario acercándose desde el horizonte a camello hasta unas recónditas pirámides en medio del desierto…bueno, ahora sabemos que esas pirámides estarán en otro país, pero no en Egipto. Aquí faltan 2 Km. para que puedas venir en metro.
  • Las pirámides huelen que apestan a humedad…espera un momento ¿es que se puede entrar? Si! Sinceramente, Jordi era el único que lo sabía…nosotros ni idea de que estuviesen abiertas al público.
  • Que estén abiertas al público te permite ver como alguien considera que “Omar x Jasmina” es una frase que debe quedar inmortalizada a golpe de navaja en una maravilla de 4000 años de antigüedad (lo dicho, estos viajes hacen que quieras a la mitad de la humanidad en el fondo del océano)
  • Bajar a la cámara mortuoria nos dio agujetas al día siguiente, pero es una experiencia muy bonita (no es como en el templo maldito, no había un pedrolo de 2 toneladas rodando detrás de nosotros, pero es algo que no se olvida)
  • Las esfinge decepciona un poco, pero es que las expectativas eran enormes (son los iconos más repetidos del continente africano y uno de los top 10 en la imaginación de medio planeta).
  • Entramos sólo en 1 de las 3, Khafre (nos habían dicho que son todas más o menos iguales)

 

De ahí nos fuimos a Sakkara, una necrópolis del antiguo Egipto, donde están las pirámides más antiguas. Lo cierto es que a nivel arquitectónico tiene muchos más detalles que Giza. Muchos grabados en buen estado, carreteras pavimentadas y pasillos de columnas en un estado de conservación difícil de imaginar en un país donde la vigilancia de estas joyas es tan escasa (aquí había más grafitis de amor adolescente)

Nos encantó pasear por una carretera pavimentada donde las hordas de turistas no se adentraban…era como tener la necrópolis para nosotros solos. Encontramos incluso un grabado con pigmentación azul aún visible (el único colorido que hemos visto hasta ahora).

Finalmente, y a pesar de que nuestro chófer quiso escaquearse aduciendo que cerraba a las 15:00, fuimos a Darshur (que evidentemente, no cerraba a las 15:00). Después de los sobornos y tickets de rigor, nos plantamos en la pirámide roja.

Nos pareció mucho más impresionante que Khafre. La bajada era espectacularmente larga y estrecha. La primera cámara daba paso a una segunda, y esta, a través de una escalera, a la cámara mortuoria que había sido escondida tras una falsa puerta (como en las pelis!)

Justo antes de irnos, y en la lejanía, divisamos la única “chapuza” egipcia de la que tenemos constancia. La pirámide romboidal, con 2 ángulos distintos. Por lo visto empezaron con un ángulo demasiado ambicioso, y cuando vieron que no era estable decidieron cambiar a medio camino. No era cuestión de empezar de cero…

Un día muy completo que acabamos con una buena cena y durmiendo como los ángeles (ya no nos despierta ni el grito del Muyaidin a las 04:30 de cada día)

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