Llegamos a Panajachel a las 17:00 y tuvimos una sensación familiar: la de haber llegado a un chiringuito turístico.
Al principio la cosa es genial porque todo son servicios para el turista: restaurantes, cafeterías, tiendas con souvenirs hechos a mano, librerías…
La verdad es que el aterrizaje fué bueno (en Mario´s Rooms) y nos alegramos de bajarnos aquí.
Al día siguiente decidimos recorrer los pueblecitos al otro lado del lago (San Pedro, San Marcos, Santiago y toda la corte celestial…aquí la religión está hasta en las latas de cerveza).
Tomamos un barco a San Pedro. Las vistas desde el barco eran aún más bonitas que desde el puerto (porque rodeábamos las montañas y las veíamos desde diferentes puntos de vista). La vegetación es variada en las montañas y se mezcla con las granjas y casitas, dándole un aspecto de «alfombra» de diferentes tonalidades de verde.
Llegamos a San Pedro y nos sentimos mucho más relajados que en Panajachel. Las calles eran más ordenadas, menos gente y sobretodo menos vendedores. En Panajachel es imposible comer (ni siquiera dentro del restaurant) sin que pasen 5 o 6 niños-vendedores y mujeres con pulseritas. Pasear por la calle es decir «No, gracias» cada 5 minutos. Nosotros mantenemos la sonrisa y el respeto por los vendedores (que menos!), pero algunos turistas pierden la paciencia.
En San Pedro sentimos mucha menos presión. Sentimos que era más un lugar donde la gente vivía que un chiringuito turístico (aunque también viven del turismo, muchos de los que viven aquí van a vender a Panajachel). Decidimos echar un vistazo a los hoteles de la zona y finalmente reservamos la siguiente noche (nos vamos de Panajachel).
De ahí otro barco nos llevó a Santiago de Atitlán, donde sólo pudimos dar un breve paseo de 1 hora (con café y pastelitos incluidos) porque nos quedábamos sin barco de vuelta. A la hora de volver sonó un relámpago tan fuerte (y largo) que se dispararon las alarmas de algunos coches.
Ahora (mientras escribimos esto) estamos en la habitación a punto de salir a cenar. Guatemala nos está dando una sorpresa muy positiva.
Hola Sebas… ¿cómo es que ya estás en Guatemala y no me has dicho nada? Me alegra que os esté gustando el país (el paisaje del lago Atitlán es de los más bonitos). Envíame un mail si quereis contactos en Antigua o en otros sitios… Un abrazo,
hola bichos!!! como estais? bueno pasaba por aki a saludaros y leeros un pokito…..
cuidaros mucho.
un abrazo