Ooooohhhh Psssshhhhhh!!!

Esta entrada pertenece a la serie Japon
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No comentamos en el post pasado, pero el día anterior fuimos a una playa artificial que tienen en Tokyo, son la leche. Las vistas de la puesta de sol eran muy relajantes. Martín, Dani y Sebas se fueron a jugar a un edificio que tiene la Sega  y las nenas se fueron de compras.

Los días en Tokyo nos han tenido bastante ocupados. El calor agobiante no nos ha abandonado nunca. Las comilonas por suerte, tampoco. Aunque más de uno tenía hambre cada 2 horas, los fideos y el sushi se digieren rápido.

Llegó la hora del madrugón. A las seis y media de la mañana ya estábamos en danza, nos fuimos al mercado de pescado más grande del mundo. Aunque todas las guías recomendaban estar antes de las 5 de la mañana para ver las subastas, nosotros estábamos de vacaciones y bastante madrugón era levantarse a las seis.

En el mercado de pescado se venden cada día unas 40 toneladas de pescado y marisco. Las mejores subastas son para los atunes, pueden llegar a pagarse 20 millones de las antiguas pesetas por una sola pieza, enorme eso sí. Después de la subasta lo suyo es desayunar un buen plato de sushi en el mercado, el más fresco del mundo.

Pero no sólo se venden atunes, hay mejillones gigantes, gambas, peces raros, aunque no encontramos ni el pez globo ni el tiburón. A las 7 de la mañana la actividad era frenética y el sitio enorme, así que no pudimos recorrer todo el mercado y eso que no olía mal.

Después del mercado dimos unas cuantas vueltas por la ciudad y nos retiramos a dormir la siesta, porque esa noche nos íbamos de fiesta.

Después de una cena bastante típica con tempura y pescado crudo, rodeados de japoneses en tatamis bebiendo sake, nos fuimos a Shibuya donde está la marcha.

Empezamos con cervezas de super que son más baratas. Nos metimos en un garito donde al entrar descubrimos que estaba lleno de negros, ¿pero esto no es Japón?. Las japonesas tan discretitas de día se comían a los negros y es que la fama es la fama.

Después de bailar un poco de hip-hop y algunas cervezas – Martín se decantó por vino tinto peor que el de tetra-brik –  fuimos en busca de «Womb», la discoteca de moda de Tokyo.

Íbamos en sandalias pero nos dejaron entrar, y nos clavaron 3500 pelas por persona sin consumiciones. Las consumiciones eran enanas, pero el lugar estaba abarrotado. Música techno,house y trance rallante.

Los japos desfasados, borrachos y gritando; no es la imagen que tiene uno de ellos de día. Todos con móvil último modelo y gafas de sol en la disco, cholo a matar porque no se veía un carajo.

Todos miraban al DJ y levantaban las manos gritando como si lo alabasen y enseguida nos recordó la escena de «Man in Black» cuando Will Smith va a buscar su reloj a una taquilla para los que hayáis visto la peli.

Algunos de nosotros estamos viejos para esto y a las 3 de la mañana estábamos muertos y más después del madrugón. Pero tuvimos que esperar hasta las 5 a que abrieran el metro para regresar al hostal.

De despedida unas hamburguesas, y es que nos pasamos el día comiendo.

En el metro de vuelta, el encargado del tren cada vez que abría las puertas del tren decía gritando «Oohhhhh» y cuando las cerraba gritaba «Psssshhhhh», él solito.

Como cabras.

Un comentario sobre “Ooooohhhh Psssshhhhhh!!!

  • Oriol 14 agosto, 2008 at 01:20 Reply

    Hola parella, m’alegro veure que tot us va tant be, jo encara segueixo per NZ, no he sortit de la illa sud. Vaig seguint el vostre diari de ruta.
    Seguiu aixi.
    Una abracada Oriol.

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