Recuperándonos del shock

Esta entrada pertenece a la serie Nueva Zelanda
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Después de haber solucionado la operación de nuestro gato puto, que se está recuperando bastante bien y se hace un poco el remolón, continuamos con nuestras aventuras.

Nos habíamos quedado en Moeraki, aquellas piedras-bola gigantes. Ese mismo día llegamos a ChristChurch, despidiéndonos de Iago y Carole.

A Iago (un chico gallego pero que vive en Suiza) y Carole (su novia suiza), los conocimos en Te Anau, y estuvimos 3 días en el mismo hostal hablando sobre viajes y coincidimos en el viaje a Milford Sound. Es una pareja que está haciendo casi el mismo viaje que nosotros, una vuelta al mundo en un año, solo que ellos han empezado por Sudamérica y nos han puesto los dientes largos. Son supermajos, muy simpáticos y ha sido un gusto conocerles. Esperamos ir algún día a Suiza para poder verles.

Una vez llegados a ChristChurch, no hicimos mucho. Paseamos una tarde por la ciudad, es la ciudad con el estilo más escocés de Nueva Zelanda, y nos fuimos a cortar el pelo. El corte de pelo más rápido de toda la historia.

No hemos sacado muchas fotos a la ciudad, pero fue agradable pasear por sus calles.

Fueron nuestros dos últimos días en Nueva Zelanda, un país increíble del que nos hemos quedado impresionados y que recomendamos 120% a todo el que quiera ir. Nosotros volveremos algún día, eso sí, si pagamos las multas, que si no no nos dejan entrar de nuevo.

El 11 de Julio salimos de madrugada hacia el aeropuerto, esta vez volamos a Melbourne. Llegamos a las 9 de la mañana al país de los Koalas y los canguros.

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