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Nos despedimos de Bangkok, una ciudad maravillosa pero con opciones muy reducidas si no estás dispuesto a quemar dinero…y no es nuestro caso. Después de la carísima Rusia y de los desmadres de China, estamos llevando un control muy estricto del presupuesto, día a día. En Tailandia nuestro presupuesto es de 30 euros sin contar transporte (alojamiento, comida, transporte dentro de la ciudad, compras, etc.)
De Bangkok fuimos a Ayutthaya a ver unas ruinas bastante comentadas en todas las guías de viaje y es patrimonio de la Humanidad. Decidimos no seguir hacia el norte (Chian Mai) porque a 38º el cuerpo nos pide playa por todos los poros. Decidimos que Ayutthaya estaba suficientemente cerca de Bangkok como para hacer un viaje de ida y vuelta (1,5 horas en tren) y ver algo de la historia de Tailandia (y no sólo sus playas).
Llegamos a allí a mediodía, con el sol en su punto más álgido. No quisimos caminar mucho buscando hostal, y decidimos quedarnos en uno que, si bien no era una pasada, era barato y tenía piscina. Nos pasamos toooooda la tarde en la piscina, combatiendo el calor como pudimos.
Al día siguiente nos levantamos tempranito (08:00) y estábamos encima de dos bicicletas alquiladas (por menos de 2 euros las dos todo el día) de camino a las ruinas (a pesar de los miedos de Sandra en cuanto a las bicicletas y las ciudades).
El paseo fué muy agradable. Vimos casi todos los templos en unas 2 horas y media y a nuestro ritmo. Gracias a las bicis el aire nos daba un poquito entre templo y templo.
Unos cuantas cosas hicieron la excursión todavía más interesante: tuvimos que ceder el paso a una caravana de elefantes (que literalmente casi nos empujan del camino) y una procesión de unos 200 monjes budistas (naranjitos) pasaba de templo en templo, ofreciendo algunas estampas bonitas.
La espera hasta el tren se hizo eterna (por el calor), y el viaje hacia Bangkok no fué mucho mejor. El calor nos chafa, nos anula. Dan ganas de pagar lo que sea por un aire acondicionado o algún lugar donde remojarse.
Ya en Bangkok, nuestra nueva Ipod nos entretuvo con un par de capítulos de «24» hasta que cogimos el bus que nos llevaría hasta Surat Thani y de ahí a Ko Phangan. En total, desde Ayutthaya hasta nuestra isla, fueron 24 horas de viajes y esperas.
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