- San Petersburgo, primeros días
- Hoy vamos a comprar los billetes…(y nada más)
- Bon Apetit…
- Se nos acumula la faena!
- Adiós St. Petersburgo. ¡Hola Moscú!
- Haciendo de turista en Moscú
- Big Bag, No Kremlin. My name is Sam. I’m Sorry
- Nuestra experiencia en el transiberiano
- Problem, Problem!
- Burocracia, su lechuguita
- Adiós madre Rusia
1. Averigüe donde se tramita la visa. Utilice el papel que las autoridades militares de la frontera le han dado, con instrucciones precisas en ruso. Si tiene problemas para entender el ruso, vaya al punto 1.1
1.1 Encuentre a alguien que hable inglés en un hotel. Si no encuentra a nadie en el personal del hotel, vaya al punto 1.2
1.2 Pruebe con el personal de alguna agencia de viaje. Normalmente tendrá que probar con más de una.
2. Haga que la persona que habla inglés y ruso compruebe por usted la dirección. En caso de la dirección no sea la misma por la facilitada por las autoridades militares, vaya al punto 2.1. En caso de que sea la misma, vaya al punto 3.
2.1 Pida un taxi a la dirección facilitada por la persona que habla inglés y ruso. El taxista le cobrará el doble que a los rusos. Es normal.
2.2 Prepárese para hacerse entender en ruso con los responsables de tramitar visas internacionales. Si la oficina a la que fué resulta finalmente no ser la que necesitaba (es lo más probable), olvide a la persona que hablaba inglés y vaya al punto 3
3. Pida otro taxi a la dirección facilitada por las autoridades militares. Intente averiguar cual de los 20 despachos es el que corresponde. A la entrada del edificio encontrará una amable mujer rusa que, sin el uso de palabra alguna, podrá ayudarle. O no. En cualquier caso, diríjase a donde vea más gente esperando y vaya al paso 4.
4. Ponga cara de pena y presente los papeles. Siga con su cara de pena mientras le entregan el formulario en perfecto ruso y sin ningún tipo de ayuda.
5. Si algún alma caritativa capaz de hablar inglés y ruso se apiada de usted, pase al paso 7. De lo contrario pase al paso 6
6. Vuelva al paso 5
7. Péguese como garrapata al alma caritativa. Tendrá que conseguir lo siguiente de esta pobre alma caritativa (todos los puntos son obligatorios para pasar al paso 8. De lo contrario, vuelva al paso 5):
a. Que rellene sus formularios (puede que intente hacer que usted rellene algo, como su nombre. Insista en que lo haga todo él).
b. Que lo acompañe hasta el final del proceso, incluso si esto significa más de 4 horas de trámites.
c. Que hable por usted en todo momento. Si él abandona la sala, usted se sentirá como un niño perdido en un supermercado. Un niño mudo y tonto.
8. Con el alma caritativa a su lado, a la que a partir de ahora llamaremos «El oráculo», pague los 300 rublos que cuesta la visa. No en estas oficinas (sabemos que a su taxista le cuesta llegar a final de mes), así que tendrá que hacerlo en la otra punta de la ciudad. Al taxista no le importará que ustedes 3, el oráculo, su amigo y una amiga (7 personas en total) suban al taxi siempre y cuando el que va delante lleve el cinturón y paguen el doble.
9. Si consiguen pagar sólo los 300 rublos (y no los 2.000 que ya pagaron en la multa y que el banco intentará cobrar de nuevo), siéntase afortunado. Después de sentirse afortunado, siéntase presionado. El horario de tramitación es de 14:00 a 17:00 y ya han perdido 2 horas hasta este paso. Si su amigo noruego no tiene una fotocopia de su pasaporte, pase al paso 10. De lo contrario, vaya al paso 11.
10. Pida al taxista que los lleve (a los 7) a una copistería. Haga las copias. Siéntase más nervioso cuanto más cerca de las 17:00.
11. Vuelva a las oficinas inteligentemente construidas a 10 km. de la ciudad.
12. Vuelva al último despacho en el que estuvo. Tras unos 15 minutos de cola (16:45), le informarán de que ese no es el despacho, y que suba al piso de arriba, a un despacho determinado que El Oráculo entenderá.
13. Entre en el despacho que el Oráculo le indique. Siéntese y entregue los papeles al funcionario corrupto de turno (los reconocerá porque tienen televisión encendida , nevera y microondas en su despacho). Si este era el despacho correcto, vaya al paso 15. De lo contrario, vaya al paso 14.
14. Recoja sus papeles y despídase del funcionario. No espere que el funcionario le indique que ese no era el despacho correcto. No espere que el funcionario le indique el correcto. De hecho, ni siquiera espere que hable o sepa exactamente qué tiene que hacer con sus papeles. El Oráculo debería saberlo. Si el oráculo acierta, vaya al paso 15. De lo contrario, vuelva al paso 13.
15. Entregue sus papeles al funcionario corrupto de más alto rango (lo reconocerá por su foto, vestido de general ruso, presidiendo su mueble, junto a su nevera y demás comodidades). Seguramente pondrá alguna objeción a la calidad de las fotocopias o al tamaño de las fotos. Es sólo humor ruso de funcionario. Disfrute de un momento gracioso al pensar que podría haber perdido todo el día por la calidad de una fotocopia. Después de que el «Capo» ponga su firma de puño y letra en sus papeles, Vaya al paso 16.
16. Vuelva al punto de partida (al primer despacho). Espere una hora, sin saber en qué momento cerrarán las oficinas (18:00) a que le atiendan. Cuando le atiendan, pase al paso 17.
17. Espere. Espere. Espere.
18. Recoja su visa a las 18:30. Asegúrese de que su Oráculo tenga también su visa unos minutos más tarde. A las 19:00 ya es usted un turista legal!
19. Tome el taxi «familar» de 7 personas a la ciudad. Pague 350 rublos por la espera del taxista.
20. Despídase del oráculo. Si no fuese por él, recuerde que aún estaría en el paso 5. Hay leyendas de turistas muertos de inanición en el paso 5.
Sólo para la audiencia: nosotros seguimos TODOS estos pasos… Y preferimos no decir nada de la compra de los billetes de tren para el día siguiente…
El Oráculo eran unos estudiantes Mongoles. Nuestras próximas vacaciones de veranos serán a Mongolia. Son gente realmente encantadora. Sólo por ellos vale la pena ir al país (que además, es precioso).
NOTA: Sebastían ha recuperado la capacidad de hablar con extraños y Sandra ya casi no tiene tics nerviosos. El amigo noruego sigue rellenando formularios compulsivamente, pero ya no escribe en las etiquetas de la comida.
Boniiiiiiissssssim ! Des d’aquí m’he fet un fart de riure, des d’allà supermaxi patetic m’imagino. Cuideu-vos molt !
Salut !